
Parque Ruiz Hidalgo
En el año 1915, Ricardo Codorniu escribió una guía sobre el Parque Ruiz Hidalgo en Murcia, donde relataba la historia de cómo las sucesivas avenidas del río habían acumulado depósitos de arenas al pie del muro, abarcando doce hectáreas. Hasta el año 1908, esa zona había estado atravesada por varias zanjas que discurrían aguas sucias. Alguna parte del soto se hallaba medianamente cultivada y otra servía de lavadero público.

El “Apostol del Árbol” había tenido la intención de establecer un vivero en esa zona para proporcionar plantas para la celebración de la Fiesta del Árbol y un arboreto que fuera una ligera muestra del cultivo forestal. En repetidas ocasiones trazó planes y a varios alcaldes sometió la idea, mas nada pudo lograr. Por fin, su amigo Jerónimo Ruiz Hidalgo se convirtió en alcalde y tenía el proyecto de hacer un parque en ese lugar, por lo que Codorniu se puso a su disposición para ayudarle en la empresa.

El Parque Ruiz Hidalgo se inauguró el 21 de febrero de 1908 con la celebración de la fiesta del Árbol, habiéndose empezado algunos días antes a hacer plantaciones. Solo quedaban de lo antiguo dos eucaliptos, tres causarinas, un álamo blanco y los naranjos de un semillero.

Desde entonces, el parque se convirtió en el escenario de diversos eventos sociales y culturales como la “Batalla de las Flores” y la colocación de monumentos que homenajeaban a artistas locales.

A pesar de su importancia como espacio verde y como un hito pionero en intervenciones en la ribera de un río en su tramo urbano, el Parque Ruiz Hidalgo se vio amenazado por un nuevo encauzamiento del río que llevaba implícita la destrucción del parque.

En junio de 1955, el parque cerró definitivamente para el comienzo de las obras. Sin embargo, durante su existencia, el Parque Ruiz Hidalgo se convirtió en un espacio emblemático de la ciudad de Murcia, donde los habitantes comenzaron a tomar cariño a ese espacio natural, hasta tenerle el mismo amor que a la Torre, el Malecón y a la Glorieta.